La flor de Géminis
Flor: Mimosa
Los gemelos son, con justicia, el signo más complejo del horóscopo. Albergan dentro de sí a personalidades complejas, de diferentes facetas, que afloran a la superficie en diferentes momentos, a veces sin control. Aquellos cercanos a un Géminis se suelen quejar de que nunca les conocen del todo, pues este signo suele mostrar diferentes rostros según la circunstancia. Esto puede ser un gran peso para sus parejas y su familia, pues les hace sentir que Géminis no se compromete. Pero, por otro lado, esta suma de personalidades le da a este signo una gran versatilidad, una suma de talentos que no conoce límites.
Géminis es un signo que sabe conciliar dentro de sí los extremos que abarcan toda experiencia humana. Mientras que la mayoría de las personas debe elegir a uno de ellos, Géminis les lleva dentro de sí, y la mayor parte de las veces sabe hacerlos coexistir en armonía.
Por ello la flor que represente a este signo debe ser una flor llena de sentido, de una gran tradición espiritual, versátil, con diversos significados, y relacionada con un gran número de aspectos de la experiencia humana.
Una flor como la acacia.
Las mimosas son una amplía familia de flores y arbustos, que se distinguen por su variedad y adaptabilidad, y componen a la especie vegetal más abundante en el mundo. Entre ella destacan las acacias, que son las más relacionadas con Géminis.
Las acacias han sido usadas como símbolo esotérico desde la antigüedad, pues se trata de flores que combinan diversas características que las hacen tan versátiles como al signo que representan: son pequeñas, pero resistentes. Son coloridas y hermosas, pero poseen espinas defensivas. Son discretas, pero muy aromáticas. En ellas, pues, se combina ese carácter doble que distingue a los Géminis, y que alberga como un sola dos cualidades que son opuestas: la belleza y la agresividad, la discreción y el ego, lo soñador y lo pragmático…
En la Biblia la acacia tiene un gran protagonismo: de su árbol se producen las vigas del arca de Noé, y con sus flores se decora su interior. Algunos historiadores señalan que la corona de espinas de Jesús proviene de la acacia: cuando el Cristo muere, esta corona se llena de flores, que brillan como el sol. Por ello la acacia se relaciona con la espiritualidad, con el dolor y con la redención. Un simbolismo que la apega al carácter de Géminis, que vive la dualidad cuerpo-espíritu con naturalidad, sin sentirse escindido. De la misma manera que esa flor se relaciona con el mundo religioso y con el mundo concreto, de esa manera Géminis sabe cohabitar ambas dimensiones al mismo tiempo, sin sufrir por las contradicciones.
¿Cómo se puede usar como un amuleto?
Es mejor usarlo en ramos de flores vivas, que se coloquen en espacios de tránsito de la casa, como pasillos o escaleras. Las de color blanco son las preferidas para la armonía, y las rojas para la bonanza económica. También es recomendable perfumarse con su esencia floral.